El mejor partido de los blancos en lo que llevan de temporada. Se queda desafortunadamente, la sensación frustrante de que el Madrid pudo dar algo más de sí y hacerse con el partido. Arbitraje nefasto del colegiado, tanto para un lado como para otro. Mejor los madridistas en la primera mitad que en la segunda. Con este empate, las opciones de ambos quedan intactas en las dos jornadas que restan.
Lo visto anoche fue algo inaudito por parte de los blancos esta temporada. Una gran primera parte con mucho movimiento en las posiciones ofensivas y con apoyos continuos. Kaká arrancaba por el centro y dirigía sus diagonales hacia fuera mientras que Benzema e Higuaín se encargaban de abrirse para finalizar sus jugadas hacia el centro.
Incluso sin el balón, los de Pellegrini lo hacían sorprendentemente bien: Sobre todo con una gran presión en el centro del campo que le supuso un buen número de pelotas robadas en el primer tiempo. El que mejor representó este hambre por el cuero en la primera parte fue el incomensurable Lass Diarra, genial atrás y no menos bueno sacando el balón jugado. ¿Alguien duda a estas alturas que el francés es el alma de este equipo? Llama la atención que este perro de presa en el centro del campo haya pasado casi desapercibido en escuadras con tanto renombre como Chelsea o Arsenal, porque este chico lo tiene todo. No pierde nunca el sitio, presiona de manera asfixiante, no da un balón por perdido, encara rivales con fuerza y velocidad y no se le dan nada mal los pases en largo. Un jugador que no está valorado (creo yo) suficientemente. Incomensurable, repito.
Pero hablando otra vez del colectivo, importante mejoría en los primeros 45 minutos. Como decía Juanma Trueba en el Diario As esta mañana, "el juego lo vimos, luego debe existir". Al menos es la primera hora de juego que se les ve disputar a los blancos. Ahora falta mantener tanto la colocación como el nivel de juego. Y eso fue de lo que ayer pecaron los visitantes: de un bajón en el listón puesto durante el primer tiempo. Digamos que el club lombardo contagió al Madrid con su juego lento y de repliegue. Algo muy distinto a lo visto hace dos semanas en la ida, donde ambos equipos hicieron un juego pésimo.
Centrémonos ahora en el desarrollo del partido. Comenzó con hasta 4 ocasiones claras de los blancos con Benzema e Higuaín a la cabeza. El argentino, que empezó con ganas, se fue diluyendo poco a poco y terminó siendo sustituído. La primera ocasión clara llegaría después de un contragolpe de Seedorf (con falta no pitada sobre Diarra incluída) y terminó con un peligrosísimo remate de Pato. Ahí se vio la intención de los milanistas: balón en largo al joven brasileño para culminar las contras. En el minuto 28, un buen cambio de ritmo y disparo de Kaká sería aprovechado por Benzema después de un despeje de Dida. 0-1 en el marcador.
Poco le duraría a los blancos la alegría, gracias a un riguroso penalti de Pepe, que Ronaldinho se encargó de materializar de forma sencillamente perfecta. La siguiente jugada de peligro rossonero la protagonizó Pato, que cuando se disponía a marcar un golazo ajustado al palo, el colegiado Felix Brych lo anuló inexplicablemente. Muy mal el árbitro ayer, que desquició con su actuación a unos y a otros.
La segunda mitad fue ya otro cantar, quizá por cansancio o por conformidad ante el empate. Kaká, al menos, lo seguía intentando. Fue sin duda el más activo ofensivamente. Las ocasiones descendieron bruscamente en ambos conjuntos, pero aún así Pippo Inzaghi pudo convertir el segundo con un balón muerto en el área que desaprovechó. Pellegrini cambió la delantera para aumentar su frescura sacando a Raúl y Van Nistelrooy. Las últimas dos ocasiones fueron para Marcelo y el capitán, que estuvieron cerca de darle los 3 puntos al Madrid. No es mal resultado para clasificarse a octavos de final, pero hay que tener en cuenta que dependen del Milán si quieren entrar como cabezas de grupo.
El mejor del partido: Lass Diarra, que se elevó por encima del resto en la medular.
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