miércoles, 28 de abril de 2010

Mourinho amó la profesión de entrenador durante 90 minutos


Perdió el Barça. Mou pudo con Pep. El Mejor Equipo del Mundo no consiguió remontar a un Inter con 10, o mejor dicho, con 11. Mourinho fue el jugador número 11 y si me apuráis el 12 y el 13. Él ha sido el único capaz de ahogar al todopoderoso FC Barcelona, de colapsar las millones de conexiones que transportaban el fútbol preciosista del club blaugrana. Es la primera vez en años que el Barça se mostró impotente, ofuscado y sin ideas durante los 90 minutos.

La posesión rondó el 80% para los catalanes, pero la realidad marca datos y sensaciones más significativas. Sólo con el gol de Piqué, ya en el minuto 84, se pensó que realmente la remontada era posible. Pero no vi los pases de Xavi, la velocidad de Messi, ni la verticalidad de Pedro. ¿Qué fue de Ibrahimovic, por cierto? ¿De verdad Henry no es útil en este equipo? ¿Fue adecuado el 3-4-3 de Guardiola o algo habría cambiado siendo fiel a su esquema original? Demasiadas preguntas y todas sin respuesta.

No voy a entrar a analizar el partido, que fue resumible en dos líneas. El Inter no olió un balón, defendió como uno solo y desarmó el ataque culé, para la desesperación de los 90.000 espectadores que llenaban el Camp Nou.

Me limitaré a advertir a todo barcelonista que su equipo aún no ha aprendido a caer. Como dice Mourinho, "quien gana siempre no sabe perder" y en Barcelona empiezan a cojear de ese pie.

Lo demostraron ayer, entre ellos el encargado de pulsar malintencionadamente los aspersores evitando la celebración interista, Valdés fuera de sí empujando a Mourinho tras el partido, o el pseudodiario Sport, que desapareció misteriosamente en su versión online durante las horas posteriores al encuentro.

Qué bien sabe ganar el FC Barcelona, pero hoy toca algo también importante: aprender a perder.

lunes, 19 de abril de 2010

Lo sé, es de locos, pero hay Liga


Esta Liga es un desastre. Restan cinco jornadas de campeonato y los aspirantes al título son, para variar, Madrid y Barça. Ellos representan dos ideas de fútbol muy opuestas y se enfrentan a la lucha por el título en circunstancias muy diferentes. Aquí os muestro la cara y la cruz de la moneda paso a paso, desglosada y bien masticada para que saquéis vuestras propias conclusiones. La mía es: ¿Cómo es posible que entre estos dos conjuntos, uno tan aclamado y el otro tan defenestrado haya sólamente 1 punto de diferencia?

Pasado reciente hasta hoy:

FC Barcelona:
Después del sextete que significó lograr aquello que nadie había conseguido en la Historia del fútbol mundial, el Barça sigue con hambre de títulos. El primer clasificado de la Liga BBVA busca, además de mantener el liderato recuperado tras vencer a los blancos en su casa, conseguir su segunda "orejona" en dos años. Y para añadir morbo extra, la final se disputa en el Santiago Bernabéu.
Real Madrid:
La Liga 08/09 fue para olvidar, con un campeonato viviendo siempre a la sombra de su némesis sumado al humillante 2-6 en el Bernabéu. Tampoco le fue bien al club merengue en el Camp Nou, con derrota por 2-0. Buscaron suerte en Europa, donde el Liverpool les "chorreó" en Anfield (4-0). Hablando ya de la temporada actual, el Lyon acabó con las esperanzas merengues de levantar la Champions en Madrid y se marchan en octavos de final por sexto año consecutivo. En Liga las cosas van mejor, hasta que hace apenas unas semanas, los culés salen victoriosos de Concha Espina con un 0-2 y la tremenda sensación de superioridad visitante.

Estilo de juego

FC Barcelona:
Su fútbol de toque enamora a Europa, el tiki taka catalán se compara con el de la Selección Española y ha sobrepasado los límites de la perfección en partidos tan importantes como el Arsenal-Barça en el Emirates Stadium. Nadie niega que en el Camp Nou se ve el mejor fútbol del Planeta a día de hoy.
Real Madrid:
El estilo de los merengues es mediocre, sólo hay buenas combinaciones cuando Júpiter, Plutón y Mercurio se alinean y la falta de profundidad en el juego madridista raya en ocasiones la desesperación. El equipo sigue sin saber a qué juega. En partidos importantes se desinfla y sufre de "torrija aguda grado 3".

Futbolistas:

FC Barcelona:
Cuenta en sus filas con el mejor jugador del Mundo, Leo Messi, y posiblemente con el mejor pasador, Xavi Hernández. Además Iniesta, Touré, el enorme Piqué y últimamente Víctor Valdés son los diamantes que cualquier mandatario o jeque árabe querría pulir. Por si fuera poco, el exquisito sistema de juego del Barcelona provoca la sensación de que juegue quien juegue tenga una adaptación total en cuestión de segundos. Pedro, Jeffren o Busquets la temporada pasada saben de lo que hablo.
Real Madrid:
Muchos fichajes y muy caros. No hay señales de Benzema mientras que Kaká vive en una pubalgia cerebral constante y da la sensación de que se reserva para la cita mundialista. Sólo los dos hombres de la punta de ataque mantienen un nivel alto, Higuaín y Cristiano. A pesar de todo, en la comparación CR9/Messi, el portugués parece un escalón por debajo de La Pulga. La única esperanza es Guti, un treintañero con una bota en forma de escuadra y la otra de cartabón pero que sufre enajenación mental transitoria. Si Guti no recuerda cómo se juega, el Madrid se hunde.

Entrenador:

FC Barcelona:
Pep Guardiola representa la idea deportiva de mucha cantera y poca cartera, aquello que demandan los merengues desde hace años. Es el nieto que cualquier abuela querría tener y en apenas dos temporadas ha alcanzado el Olimpo de los entrenadores no sólo por sus títulos, sino por su carácter ganador, su buena mano izquierda y su capacidad para reanimar un vestuario muerto cuando llegó.
Real Madrid:
Pellegrini cansa, sus cambios han sido pitados numerosas veces en el Bernabéu y no alcanza ni mucho menos la "excelencia" de la que hablaba Florentino Pérez. Muchos no perdonan que hiciera debutar al canterano Marcos Alonso durante apenas un minuto en El Sardinero y las comparaciones entre la cantera blanca y culé resultaron odiosas. Por si no fuera suficiente, tiene totalmente en contra al Diario Marca, que dispuesto a levantar al chileno de los "Recaro", saca un aspirante nuevo al banquillo vikingo día sí, día también.

¿Quién me explica entonces la sensación de que el Madrid puede ganar La Liga? ¿Cómo le cuentas a tu primo pequeño que a pesar de todo, este muerto está muy vivo? ¿Por qué el fútbol es tan contradictorio? Con menos material Iker Jiménez hace dos temporadas enteras de Cuarto Milenio, he dicho.

miércoles, 14 de abril de 2010

Juan Cala, la única buena noticia sevillista


Con la desastrosa segunda vuelta del Sevilla FC, la decepcionante eliminación en Champions a manos del CSKA de Moscú y la destitución de Manolo Jiménez, no hay aparentes razones que inviten al optimismo en las orillas del Guadalquivir.


Pero las apariencias engañan, y al menos ahora que vienen mal dadas en el barrio de Nervión buscan algo por lo que sonreír, mientras pelean por no ceder los puestos europeos a Getafe, Mallorca, Villarreal, Athletic... agresivos lobos vestidos de cordero.

Ese motivo de esperanza no es otro que los nuevos talentos de la cantera encabezados durante las últimas semanas en el nombre de Juan Torres Ruiz, más conocido por Juan Cala, tal y como reza su camiseta sevillista con el número 28 a la espalda.

Cala tiene 20 años, nació en Lebrija (Sevilla), proviene de las categorías inferiores del conjunto andaluz y su demarcación natural es central o lateral izquierdo. Este año alterna convocatorias del Sevilla Atlético, en Segunda B, con las del primer equipo. En el filial andaluz fue uno de los artífices de la permanencia en Segunda A, hasta la temporada pasada, en la que retornaron a Segunda B tras quedar últimos con unos míseros 19 puntos. Pero Manolo Jiménez vió en Juan algo especial y decidió probarlo en el Pizjuán. Su debut con "los mayores" fue nada más y nada menos que contra el Glasgow Rangers en Champions y para más inri como titular en el centro de la defensa. Se oyeron rumores de que el chico podría valer para el primer equipo, y en apenas 3 meses ya ha tenido sus minutos tanto en Copa del Rey como en Liga. Lo último que nos ha dejado este prometedor lateral es este golazo hace apenas dos días, en la derrota andaluza frente al Real Valladolid.

Sabemos que en Sevilla saben aprovechar bien el talento, y con paciencia este defensa puede ser el futuro Sergio Ramos o Dani Alves. La afición tampoco olvida al crack Antonio Puerta y en el Pizjuán ven similitudes con el "16" empezando por su colocación en el campo, su velocidad, desborde e incluso comparten fecha de cumpleaños. No sabemos si Cala debutará algún día con La Roja absoluta (sí lo ha hecho en sub19) tal y como lo hizo Puerta, pero aptitudes no le faltan. Sólo necesita tiempo y oportunidades, como todo canterano. A ver si toman nota en la capital...

domingo, 11 de abril de 2010

Ganó el mejor


Pasó lo que tenía que pasar. El sentido común se impuso a la locura. La razón a la pasión. El buen juego a los arreones. La cantera a la cartera. A día de hoy, el FC Barcelona es notablemente superior al Real Madrid y eso fue lo que ayer se plasmó en el terreno de juego.


Ahora y durante lo que resta de temporada habrá palos para todos en el club blanco. Pellegrini, Florentino, Valdano y los propios jugadores serán carne de cañón para AS y Marca de aquí a junio. Porque, a pesar de las 7 jornadas que restan, hasta el más prudente de los culés da por hecho que la liga será de nuevo blaugrana. Yo también soy de los que piensa que el campeonato se decidió ayer.

En líneas generales, el partido decepcionó a todos. Es lo normal cuando se hacen previas de 7 días y se habla de "partido de la historia". Probablemente de no tratarse del partido más importante de la liga se podría hablar hasta de encuentro aburrido, pero tanto se jugaban estos dos equipos que era imposible dormirse.

Para mí, las llaves del encuentro las guardó en su bolsillo Xavi Hernández durante los 90 minutos. Él fue quien se encargó de romper el buen hacer defensivo de los chicos de Pellegrini. Más allá de ser el autor de las dos asistencias de gol, dio la sensación de que el catalán hizo cuando quiso y donde quiso, ante la impotencia rival. Si algo quedó claro del partido de ayer, es que el Barça ganó "a lo Madrid", es decir, con toques aislados de calidad. El Madrid anuló bien el juego de los blaugranas y éstos tiraron de repertorio. Es algo parecido a lo que vienen haciendo los blancos desde hace varios años, pero con la pequeña diferencia de que los merengues no esperan a que anulen su juego para tirar de calidad, simplemente porque falta lo primero y sobra lo segundo.

Lo verdaderamente triste para los de la capital es darse cuenta de que este equipo funciona mejor destruyendo juego que creándolo. Ayer el planteamiento defensivo de Pellegrini fue muy bueno, con una presión asfixiante en tres cuartos de campo y con los consiguientes pelotazos de Víctor Valdés para sacarse el balón de encima. Pero el problema le viene al Madrid cuando recibe el balón, porque no sabe qué hacer con él. A diferencia del Barça, que cuando cogió el cuero, apareció el delineante catalán para inventar pases a la espalda de la zaga blanca. No le hizo falta cuajar un buen partido al Barça para ganar en el Bernabéu, sólo la calidad de sus centrocampistas.

¿Y en el Madrid no hay nadie que haga eso?, se preguntarán los aficionados merengues. Pues sí, lo hay. Lleva el "14" a la espalda, tiene 33 años, la visión de juego de Laudrup, Cesc y compañía y la madurez de un alevín. Resulta paradójico que el futbolista menos implicado en el Real Madrid sea el más necesitado por su club, pero es la realidad.

Mientras siguen las convulsiones en Madrid, en la ciudad condal se llena Canaletas por la victoria frente al máximo rival, a la vez que se frotan las manos con el más que probable título liguero. A todo eso, hay que añadirle la cercana semifinal de Champions. La risa va por barrios y el fútbol es cíclico. Desde hace unas temporadas, el Barça juega bien y el Madrid juega mal. Ganó quien tenía que ganar.

martes, 6 de abril de 2010

Simplemente, Leo Messi


¿Qué decir del futbolista más vertical y desequilibrante del mundo? ¿cómo hablar sin caer en la redundancia y en el peloteo de un delantero que anota 4 goles y alza él solito a su equipo hasta la semifinal europea? ¿cómo convencer a sus paisanos argentinos de que, por mucho que lo duden, éste es el mejor futbolista del universo? Leo Messi, 22 años, 169 centímetros de genialidad y millones de pases, goles, regates, recortes y amagos al servicio de nosotros, los comunes mortales.

No hace falta que te guste el fútbol para apreciar el asombroso despliegue técnico del superlativo futbolista, al igual que no es necesario comprender ni simpatizar con las grandes obras de arte para adorarlas. Basta con sentarse 20 minutos delante de un televisor para darse cuenta de que Messi es más rápido, más listo, más certero en sus disparos y más desbordante que los 21 futbolistas que lo rodean. Parece como si su cerebro y sus piernas funcionaran escandalosamente más rápido que el resto de los humanos. Y estas cualidades en el fútbol capellista, amarrategui, meticuloso y desquiciantemente ordenado que nos rodea hoy en día es el preciado tesoro que cualquier timonel querría encontrar.

Este Barça está lanzado, señores. No se conforma con sextetes, goleadas al acérrimo enemigo, ni lecciones de fútbol en los mejores estadios europeos. Hay hambre de más. Los de Guardiola son insaciables y ya miran al sábado, buscando sacar 3 puntos del Bernabéu para volver el 22 de mayo a desincrustar del feudo madridista su segunda Champions League consecutiva.

De momento, no parece que nadie los pueda parar. Inter de Milán primero y Bayern o Manchester United después serían los obstáculos más difíciles que separarían al FC Barcelona del éxtasis futbolístico, si es que a lo de ayer no se le puede llamar éxtasis...

Un enorme Leo Messi, un Víctor Valdés en asombroso estado de forma y un equipo (en el más amplio sentido de la palabra) que durante todo momento sabe a qué juega son las cartas de Pep Guardiola para lo que resta de temporada. Todo esto aderezado con una pizca de fortuna, ese ángel buscado por todos y conseguido sólo por algunos. Después de muchos partidos, uno se da cuenta de que el fútbol y la vida en general se basa en algo tan cambiante y caprichoso como el azar. El fútbol es un estado de ánimo, que diría aquél. En la élite del deporte rey sólo cuenta el estado de forma de 22 hombres en pantalones cortos y la varita que el azar haya puesto sobre 11 de ellos. Y esto lo tiene el Barça. El Arsenal cuajó un gran partido y tuvo la eliminatoria en sus manos, pero ésta se deshizo entre sus dedos a medida que Messi pegaba letales zarpazos y los gunners desaprovechaban entre nervios sus oportunidades.

El Barcelona tiene ganas, fútbol, pegada e inercia de campeón. El sábado a las 22:00 el fútbol volverá a hablar, y promete no dejar a nadie indiferente.