KO español en semifinales

España ha dicho adiós a su sueño por lograr la Copa Confederaciones, perdiendo 0-2 contra los EE.UU. A su vez, se dice también adiós a la esperada final entre España y Brasil. Los brasileños jugaran esta tarde a las 20:30 contra Sudáfrica, por un puesto en la final.

La primera parte no fue nada buena para los españoles. España no sabía a qué jugaba ni qué hacer con el balón. También se hechó de menos a Andrés Iniesta, al igual que en el complicado partido ante Iraq. Eran los estadounidenses quienes disponían de las mejores ocasiones de gol, por mucho balón que tuviera España.

Y así, en el minuto 27, llegó el gol americano. Altidore recibió de espaldas y le bastó con esperar con el balón en los pies para que Capdevilla cayera en la trampa, y tras proteger el balón con el cuerpo, se dio la vuelta batiendo a Casillas.

El partido cambió un poco y España trenzaba algunas jugadas, pero veíamos que esta selección no jugaba como nos tiene acostumbrados.

Y comenzó la segunda parte. A partir del segundo tiempo, fue un monólogo español. La Roja atacaba y atacaba, mientras que los americanos se limitaban a echar balones fuera y a defenderse como podían. Pero lo hacían muy bien. Con dos líneas de cuatro atrás muy juntas, repelían todos los balones que se acercaban. España acumuló un buen número de ocasiones, y a veces la mala suerte, otras por la falta de chispa por parte de España, algunas por el nerviosismo que mostró la selección o por el gran partido del portero Howard, el gol no entraba.

El peligro de EE.UU eran las contras. Salían con pocos hombres pero con una velocidad endiablada, y con gente con gran calidad como Donovan y galopadas de Davies.

Muchos dicen que fue decisivo el cambio de Cazora por Cesc, que no fue una sustitución correcta, pero en mi opinión tampoco teníamos mucho más y con cambios o no, ayer no fue el día de España.

A pesar de las ocasiones de España, se temía lo peor, la selección no jugaba bien y daba la sensación de que tanto Xavi, como Xabi Alonso o como Cazorla, jugaban separados, sin tenerse en cuenta entre ellos, cada uno corría hacia donde podía. Se echó en falta más toque y más temple.

En el minuto 74 sucedió la catástrofe. Tras una buena contra americana y un centro que toca en el tacón de Piqué, Sergio Ramos controla el balón sin darse cuenta de que Dempsey estaba allí con la caña. El estadounidense solo tuvo que empujar el balón robándole la cartera al jugador sevillano. Error tremendo del madridista.

Y desde ese punto todo fue una locura. Había más corazón que cabeza en los ataques de La Roja y la entrada de Mata por Riera no supuso una revolución en el juego. España lo intentó alguna vez más pero ya era demasiado tarde. Tendremos que conformarnos con el tercer y cuarto puesto.

El mejor del partido: Howard y el central Onyewu