domingo, 28 de junio de 2009

Final de consolación loca con victoria española


España ha conseguido el tercer puesto en la Copa Confederaciones 2009, tras imponerse a Sudáfrica por tres goles a dos. Los goles fueron de Güiza por partida doble y otro de Xabi Alonso. Por parte de Sudáfrica, marcó en dos ocasiones el delantero suplente de los africanos durante esta Confecup, Mphela. El encuentro duró 120 minutos tras dos prórrogas.

El partido fue soso y sin muchas ocasiones, faltaba tensión y ganas por parte de La Roja. En el minuto 74, tras una buen jugada de los bafana bafana y sobre todo, tras una tremenda pasividad en la defensa española, llegó el gol de Mphela. Tuvo la sangre fría de controlarla con la rodilla y ante dos defensores españoles, batió a Casillas. España no reaccionaba y jugaba con un sólo delantero, ya que en el miunto 57, del Bosque había quitado a Villa y Torres por Silva y Güiza.

Se llegaba al minuto 88 y la derrota española era más que evidente. El partido estaba donde los sudafricanos querían: no pasaba nada. Algún balón colgado sin mucho peligro, como mucho. Y de repente sucedió. Cosas que pasan en el fútbol sin saber por qué. Güiza cazó un balón en el área y lo mando a guardar. En la siguiente jugada el jerezano centró al área, el balón se envenenó y fue a parar a la escuadra. Era increíble pero España había dado la vuelta al partido sin apenas quererlo y los aficionados de Rustenburgo se echaban las manos a la cabeza.

Cuando nadie salía de su asombro por la meteórica remontada visitante, un lanzamiento de falta directa a 30 segundos del final, se convirtió en un obús que fue a parar a la escuadra de Iker Casillas. Mphela celebraba su segundo tanto y era ahora el banquillo español el que no se lo podía creer.

Con todo este lío se llegó a la prórroga y, Xabi Alonso en el minuto 107, con un centro chut de falta, logró el tercer y definitivo tanto que alzaba a España hasta el tercer puesto de la Confecup.

Esto es lo que tiene el fútbol de vez en cuando. Un partido aburrido, sin ningún aliciente, se convierte en un festival de goles y emociones en cuestión de 120 segundos. No me quiero ni imaginar a cualquiera que haya visto tres cuartas partes del partido, y del aburrimiento haya apagado la televisión. Cuando vea el resultado no se lo creerá. Y quién haya visto los últimos 10 minutos pensará que estaba jugando la primera selección del ranking FIFA contra la segunda. Una locura.

En fin, mal partido de España a pesar de la victoria, que no se esforzó en lograr el tercer puesto, pero se lo encontró gracias al acierto de Güiza y a la fortuna. Se podría decir también que el linier anuló un gol a Busquets totalmente legal, hasta el punto de haber cuatro defensores sudafricanos más adelantados que el catalán, y también hubo una mano clarísima en el área de los africanos que el colegiado no vio. Pero esto no serían más que excusas al mal partido de los eurocampeones.

España se va de la Confecup, a la espera de regresar el año que viene para lograr algo grande en el Mundial, y supongo que rezando para que los fabricantes de trompetas en Sudáfrica encuentren un nuevo trabajo de aquí al verano de 2010.

El mejor del partido: Güiza, por su minuto de oro.

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