El declive de un ganador

Qué injusto es el fútbol. Un hombre que lo ha sido todo, que ha logrado traspasar las redes de todas las porterías de Europa y ... ¿ahora qué? ¿para qué ha quedado Samuel Eto'o? ¿Qué hay del león indomable?

No hay que ser muy observador para darse cuenta de que la temporada 09/10 no está siendo ni mucho menos la mejor para Samuel Eto'o. El camerunés tocó el cielo futbolístico la temporada pasada, gracias al histórico triplete del FC Barcelona. El punta africano participó activamente en las victorias de los blaugranas con 35 goles sumando todas las competiciones. Pero en verano, Guardiola decidió que era el momento de prescindir del delantero barcelonista con más hambre de gol que haya pisado jamás el Camp Nou. El "feeling" se impuso al sentido común.

Y llegamos a esta temporada, donde el Inter parece abalanzarse hacia el Scudetto, pero con un Eto'o en segundo plano, sin la importancia que él necesita del equipo y que el equipo necesita de él. Condenado a vivir en la sombra de otro ex- de La Liga, Diego Milito, quien le divide en protagonismo y le multiplica en goles. Allí no disfruta enfrentándose a su Mallorca, batiéndose con Casillas o recibiendo pases de su socio Xavi. Italia es otro fútbol, otra manera de sentir la camiseta, quizás allí no valoran tanto al delantero que un día fue el mejor del mundo y hoy se limita a esperar.

Pero Samu, como buen depredador, no lo hace de cualquier manera sino como lo hacen los leones, en busca de una pared, un centro, un regate de los que tanto echa de menos en el FC Barcelona. Porque si hay algo que le gusta a un ganador nato como él es ganar y ser decisivo, marcar los goles que a final de temporada saldrán en todos los resúmenes deportivos. De momento, el negro espera.

¿Estamos ante el declive de un ganador? A sus 28 años, no sabemos si algún día volverá a ser ese ariete temido, con garra, con potencia, que sólo con darse la vuelta de cara a la portería hacía temblar las defensas de medio mundo. Ese es el verdadero Samuel Eto'o.