
Eso fue el Real Madrid anoche, ni más ni menos. Un conjunto que se hizo pequeño ante el cuarto clasificado francés y fue incapaz de aportar profundidad, cabeza y temple. Es un recurso fácil acordarse de los futbolistas que no estuvieron, pero se echaron de menos los pases de Guti y otro jugador de banda para abrir el campo. Me refiero a Robben (pasado) o a Ribery (futuro).
Planteó mal el partido Pellegrini, que se equivocó al dejar en el banquillo a Lass por su homónimo. Lo del chileno fue una incoherencia. Busca jugadores para una buena salida de balón y prueba con Granero, sin embargo tiene dos mediocentros defensivos, uno con más toque y salida que el otro y decide apostar por el de Mali. Al Pirata todavía lo sigo esperando. Pero ayer se esperó a tanta gente... Kaká, Xabi, Higuaín y hasta Ronaldo tuvieron una noche para olvidar.
Hay que hablar del Lyon también, que realizó un partido impecable, con un Revéillère disfrazado de Paolo Maldini, el joven Pjanic con las botas de Juninho y Makoun, que convirtió el único balón que tocó en el que será posiblemente el mejor gol de la jornada. El Lyon, con su misión cumplida, se cerró atrás y desquició a los puntas madridistas. Chapeau por los franceses.
Es verdad que nada está decidido y en condiciones normales el Real Madrid remontará la eliminatoria en su estadio, pero el equipo de ayer se pareció peligrosamente al que ha caído reiteradamente en octavos de final. Hay conjuntos que en esta competición se crecen, pero los blancos tienden a amilanarse, como si la situación les viniera grande. Ayer hubo fallos de concentración y de excesiva tensión y esto se hizo evidente por la cantidad de pérdidas de balón y de regalos a los contrarios. Quizá la palabra más correcta y menos ortodoxa de expresar el problema de los madrileños sea la "torrija". Ésta se ha ido atribuyendo a la escasez de jugadores ganadores y de cracks que tengan experiencia en citas importantes. El año pasado, en Liverpool nos quejábamos de la falta de veteranía de Gago, Sneijder o Higuaín, pero este año no hay excusa con la segunda era de galácticos. Y hablando de galaxias: La "torrija" contraataca.
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