domingo, 23 de mayo de 2010

Mou se confiesa


Mourinho es como el verano: ha llegado a Madrid para quedarse. Está claro que el luso quiere entrenar al Real Madrid y durante toda la temporada ha opositado al banquillo de Pellegrini. El chileno tiene contrato hasta junio de 2011 y aunque quiere seguir en el Bernabéu a nadie le viene mal un año de vacaciones, sobre todo si son pagadas con un cheque de Florentino. En el finiquito que el club blanco le tendrá que enviar al actual míster figura la asombrosa cifra de 5 millones de euros, sumados a los 5 que recibió esta temporada y a los 4 de cláusula de rescisión abonada hacen un total de 14 millones de euros de gasto en el club blanco. Brutal.

Ahora llegará Mou, que tras hacer triplete con el Inter, eliminar al Barça en semifinales de la Champions y alzar el trofeo en la Casa Blanca ha logrado embelesar a cualquier madridista. Con esta tarjeta de visita, tampoco hace falta ser una lumbrera para fijarse en él, ¿no? ¿Qué ganará el Madrid con el fichaje del portugués? Probablemente disciplina, orden defensivo y una buena limpieza de banquillo. Al menos para mí, será una sorpresa si los merengues logran jugar mejor que este año (cosa, no obstante, bastante fácil de superar). Por otro lado, ¿cuáles son los contras del fichaje de Mou? El primero está claro: el portugués cae mal. Y por primera vez en la temporada no hablo de Cristiano Ronaldo, que también es del país vecino y cae igual de mal. Por lo tanto, ahora habrá ojeriza tanto en España como en Europa. Un paso más para confirmar al Real Madrid como el conjunto más odiado del panorama futbolístico.

Si sale bien, todos sonreirán y se darán palmaditas en la espalda celebrando el gran acierto de un hombre con carácter ganador, carismático y amante del protagonismo.
Si sale mal, habrá que recordar que fue una cabezonería del "Ser Superior" y un caso omiso a la mayoría de la grada merengue, que a pesar de sumar dos años sin celebrar un título, confiaba en la continuidad de un proyecto truncado hoy por un hombre de sonrisa burlona y pelo canoso.

No me gusta Pellegrini, sus números han sido fantásticos pero a la hora de la verdad ha caído en los partidos importantes, además del vergonzoso ridículo en Alcorcón. Aun así, la llegada de Mourinho me recuerda a la de un viejo conocido: Fabio Capello. Ganó una Liga al más puro estilo catenaccio (¿os acordáis de la "excelsa" dupla Emerson-Diarrá?) y se fue por la puerta de atrás porque su juego no convenció. Mourinho es un ganador, pero en el Bernabéu ganar nunca ha sido suficiente. Y eso, a estas alturas, debería conocerlo a la perfección la cúpula merengue.

3 comentarios:

  1. Mou callará más de una boca. Es uno de los mejores entrenadores del mundo lambea.

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  2. yo me traia a materazzi... solo con oir el nombre se me pone la sangre golfa!!!:)

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