
Lo sé, parece increíble. Ha ocurrido aquello que nadie esperaba. El globo rojigualda se ha hinchado desde meses antes de comenzar la cita sudafricana y acaba de explotar en la cara de los aficionados que asistieron a la dolorosa derrota de los nuestros en Durban. Ahora vendrán las críticas tremendistas, el "no somos nadie" y otras tópicas frases de las que todo conocedor de las suertes futbolísticas incluye en su repertorio. ¿España no lo hizo mejor que Italia? ¿Y que Argentina? ¿Y que Francia? ¿Y que Brasil? ¿Y que Holanda?... Fútbol es fútbol. Y lo de Suiza, suerte.
El encuentro guardó ciertas similitudes con aquél que pudimos vivir hace algo menos de dos meses en el la semifinal de la Champions en el Camp Nou: el Inter cerrado a más no poder y un Barça tocando con brío pero sin profundidad. Hoy no vimos tanto estaticismo como ese fatídico día para el FC Barcelona, pero sí se puede extrapolar una conclusión en ambos enfrentamientos: El Tiki-Taka es realmente efectivo si hay velocidad, desmarques y líneas de pase claras durante 90 minutos de juego. Y eso hoy sólo se vio por momentos. Las 31 selecciones que, junto a La Roja, buscan la gloria el 11 de julio saldrán en bloque a defenderse y a ceder la pelota a España. Por ello, con el fin de buscar la alternativa a un día de espesor mental y físico, un plan B resulta fundamental cuando se tuercen los resultados -como hoy- y cuando a pesar de que se intenta una y otra vez el fútbol es injusto con el propio fútbol -como hoy-. Del Bosque ha demostrado que tiene mucho trabajo por delante para buscar en la baraja ese as que deberá sacar de su manga en más de una ocasión.
Navas y Pedro forman una interesante pero irregular dupla de potros desbocados pendiente aún de domar, Torres acaba de reincorporarse al grupo tras una grave lesión, Cesc parece no contar para desatascar las cañerías de centrales con cara de pocos amigos, y Llorente no tiene por el momento la confianza de Vicente del Bosque. De entre esos cinco hombres saldrá la fórmula secreta para abrir las zagas más disciplinadas. Suiza defendió bien, pero los relojeros al lado de toda una Italia son meros corderitos.
De los helvéticos poco se puede decir. Como Fuenteovejuna, defienden todos a una y en ataque Derdiyok me hizo recordar los recortadores de la plaza de toros de mi pueblo. Su único gol llegó tras una jugada de tres rebotes consecutivos y sólo el punta del Leverkusen nos puso el corazón en un puño ante tal repertorio de amagos. Ante este escaso bagaje ofensivo, lo sensato habría sido una victoria de La Roja, pero ya sabéis que el fútbol supera al sentido común de vez en cuando.
Ahora que el Mundial de Sudáfrica nos pega la primera bofetada, hay que mirar hacia delante y superar el varapalo. Las opciones de salir primeros de grupo pueden complicarse y el Chile-España será a vida o muerte para ambos. Pero demos un voto de confianza a los veintitrés. Esta selección tiene mucho fútbol y el margen de mejora sigue siendo amplio, no desesperéis. Y si lo hacéis, al menos que sea en silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario