
Los principales diarios deportivos nacionales abren hoy con maravillosos calificativos hacia La Roja. Según la mayoría de ellos España volvió a imponer su estilo de juego, ofrecieron de nuevo su mejor versión y demás halagos. Mi lectura del partido fue bien distinta.
O yo vi otro partido o las ganas de que los nuestros hagan algo grande son tan intensas que en las redacciones de media España se inflan sus notas como si de un estudiante de la nueva Selectividad se tratara. Vale que fueron muy superiores a Honduras, que el árbitro se comió un par de penaltis, incluso aceptamos Navas como extremo de compañía, pero nuestra Selección no jugó ni mucho menos un buen encuentro.
Como punto primero de mi particular orden del día destaco el pequeño gran cambio de sistema que Vicente del Bosque puso sobre la mesa ayer tarde. Si bien no podemos hablar de una bajada de pantalones del seleccionador ya que sigue empeñado en su tándem Xabi-Busquets, sí que pudimos asistir a la sustitución del Tiki Taka por el juego directo. El obligado cambio de Torres por Iniesta sumado a la sorprendente entrada de Navas por Silva hacía presagiar que el toque dejaría paso a la verticalidad. Y así fue.
El plan B pasó a Plan A en la noche de ayer, pero se demostró que de un día para otro no se puede cambiar con buenos resultados el definido estilo de La Roja. No vi a la España que me enamoró en la Eurocopa, aquélla que tocaba más y mejor que nadie. Ayer vi a un equipo vertical, con dos hombres abiertos a las bandas y sin esa elaboración en el juego a la que tan acostumbrados estamos. Ésta no es mi España.
Si bien la semana pasada rajé sobre la ausencia de un plan alternativo por si las cosas se torcían, no estoy de acuerdo con el planteamiento que puso en marcha Del Bosque. Es probable que colocar a Villa en la banda favorezca los recortes hacia dentro de El Guaje, y que la entrada de Jesús Navas aporte en alguna ocasión desborde y centros peligrosos que con otros futbolistas no llegarían nunca. Pero la añoranza de jugadores como Silva o Cesc en el once titular hace de mí un español decepcionado con el monótono sistema que vi ante Honduras. Sinceramente, y creo que esto es una sensación compartida con muchos futboleros, me gustó más el debut de La Roja en el Mundial a pesar del varapalo de la derrota.
Mención aparte merece la segunda parte del último partido de España, con un bajón físico tan alarmante como contagioso en todos y cada uno de los titulares. Quizá esto motivó la falta de acierto de cara a gol que fue, no obstante, la nota dominante durante los noventa minutos de juego. Ayer era admisible ante una pobre Honduras. En una semifinal, frente a Alemania, otro gallo cantaría.
No quiero ser agorero, pero... ¡Qué miedo me da el España-Chile! Vicente, te lo pido por favor, hazme cambiar de opinión.
Al final los malos presagios se cumplen...no se que pensar pero estoy contigo en lo de que no lo veo claro, hay cosas raras como el hecho de que Navas centrara (parece ser) mas de 30 veces al area y nada...vamos, que supongo que algun pase seria de gol no?...el chico no estuvo bien, pero lo intentó.
ResponderEliminarHay varias cosas que me inquietan mucho, la primera es la presencia de un Torres sin forma alguna (cosa de la que el no tiene culpa, pero Del Bosque si, por llevarle) y el hecho de que no haya ningun otro delantero puro tambien me asusta...no hay recambio natural..
ah! una cosa...¿Villa tira los penaltys en la seleccion? si es que si me callo, sino...otra colleja a Del Bosque...
enfin..
lo que dices, miedo me da Chile..recordemos que los de anoche eran una "panda"...